DIÁLOGO CON LILIANA TASSO Y FABIÁN KESLER

Ser o no ser en la mirada de los demás

El Consejo Profesional de Teatro, junto a las comisiones de Música y Coreografía, premiaron el proyecto S.E.R (Solo Escenas Random) en la segunda edición del Concurso Nacional Argentores “De la música, el sonido y la coreografía a la escena”. Basada, principalmente, en la pieza teatral A puertas cerradas de Jean Paul Sartre, la propuesta de la corógrafa Liliana Tasso y el compositor Fabian Kesler “nos pareció intrigante, original y hermosa”, señaló Mecha Fernández del Consejo Profesional de Teatro, quien, junto a Raúl Martorel y Carmen Baliero, ambos integrantes, respectivamente, de la comisión de Coreografía y Música, participaron de la charla que nuestra revista organizó y mantuvo con los ganadores del premio, en una jornada previa al estreno de la obra.

La pieza coreográfica S.E.R (Solo Escenas Random) hace foco en los aspectos somáticos de tres seres que permanecen en un cuarto cerrado, cual limbo en espera de un desenlace incierto. Garcin, Inés y Estele, atravesados por un tratamiento tecnológico de la escena, se mantienen en un espacio cuasi irreal y onírico. La mirada, la imagen, la mecánica y movimiento de los ojos, serán elementos fundamentales para desarrollar la dificultad de SER sin una imagen propia reflejada, SER solo en los ojos de los otros, SER según la mirada del otro, SER condicionado por una espacialidad restringida, SER a pesar de y a través de las ideas previas de otros, SER por fuera de la lógica del tiempo-espacio, SER como resultado de una sucesión de acontecimientos previos, SER que prefiere el encierro azaroso a la libertad incierta, SER que no puede encarnar la NADA. 

“En nuestra puesta creamos la vida íntima de ese personaje que será la fusión de una carcelera, controladora de acciones, eslabón de una cadena de poder que desconoce, y una bailarina con un cuerpo fragmentado y desorganizado, con aires absurdos de una mujer de la década de los ’50, en Francia”, señala Liliana Tasso. “Esta doble identidad busca expresar la escisión psicológica de estos sujetos que sirven al poder sin cuestionarse y a la vez forman parte de la misma población a la que someten. A través de este personaje revivimos la atmósfera que dio origen al texto original en la que conviven la crudeza de la guerra junto al glamour de la sensualidad de la noche parisina. Trabajamos con piezas históricas audiovisuales, de la época que van apareciendo en un televisor que la camarera mira en su cuarto. Entre ellas destacamos la pieza de Arnold Schoemberg: Un sobreviviente de Varsovia. En ese mismo televisor controlará a los seres de la habitación cerrada a través de cámaras web instaladas y con trasmisión en vivo. Se capturarán detalles de bocas, ojos, músculos, expresiones, que serán amplificadas en pantalla. Un quinto personaje, la narradora, será quien haga puente entre ese mundo y el de los espectadores, quienes habrán sido convocados desde el inicio a formar parte de un experimento, pudiendo observar la escena como a través de una cámara Gesell e intervenir en algunos momentos”.

¿En qué consiste la puesta en escena de la obra?

Liliana Tasso: La puesta en escena linda con un borde de ficción-realidad, fluyendo el clima por situaciones como conferencia performática, escena teatral y experimento científico-social. Buscamos un ir y venir de la ficción, ir detrás de recursos para volver al aquí y ahora de la situación escénica, pivoteando sobre los relatos de la intérprete en el rol de narrador-coordinador. El tratamiento coreográfico se dispara a partir de una investigación sobre cada una de esas corporalidades diferentes de los personajes en cuestión, encarnados por cinco bailarinas-performers. ¿Que hay en estos cuerpos?  ¿Qué más revelan sus movimientos? ¿Qué reacciones musculares, sanguíneas, respiratorias, cardiacas, reflejas, sensitivas, oculares, faciales, se despliegan en el texto a partir de tres seres en encierro e incertidumbre? ¿Qué pasa con los que miran la escena? ¿Cómo afecta sus diferentes planos subjetivos? ¿Cómo se involucran? También se utilizan los aspectos icónicos del texto, como  la mirada para desarrollar escenas donde la coreografía se centra en el movimiento de los ojos amplificado por cámaras en primer plano. Cada personaje cuenta con un rango de movilidades propias según su universo simbólico y somático, y a partir de ellas se despliegan frases coreográficas individuales o grupales. La camarera presenta un cuerpo fragmentado, metáfora de su situación escindida en una búsqueda fracasada de belleza hegemónica que hace puente entre el pasado y el presente. Sus movimientos se construyeron a partir de los principios freudeanos de condensación y desplazamiento logrando una extrañeza singular.

S.E.R (Solo Escenas Random) está pensada en un espacio dividido en tres, un espacio delineado por un tapete blanco, un ambiente frío, futurista, con dispositivos tecnológicos a la vista, y minimalismo en vestuario y escenografía; una habitación con elementos de época, como un tocadiscos antiguo, y un tercer espacio que hace puente entre la ficción y la realidad.La dramaturgia es una construcción no literal, ni textual, rompiendo la estructura clásica y corriéndonos del periplo del héroe, para pensar una dramaturgia rizomática deleuziana, en la que se ponen, en el mismo plano de jerarquía, el campo de las ideas enunciadas por textos con otros lenguajes como el del movimiento, el somático, el sonoro, el audiovisual. El relato no lineal va abriendo, de manera no ordenada, un universo de elementos que hacen sentido en puntos de encuentro y síntesis en el campo perceptivo del espectador” afirma Liliana Tasso, quien desde hace más de treinta años trabaja profesionalmente en las artes escénicas formando parte de numerosos elencos de Argentina y del exterior: Ballet de Liliana Belfiore, Ballet de Alicia Orlando, Ballet de Ricardo Rivas, Compañía Estela Erman, Compañía de Danza de Porto Alegre (Brasil), Cats Buenos Aires y gran cantidad de espectáculos comerciales y del off. En el exterior trabaja con artistas de renombre como Imbal Pinto, Israel; Susan Marshal, Estados Unidos; María Rovira, Barcelona; David Dorfman, Estados Unidos; Mark Haim, EE.UU.; Barak Marshal, Israel. Es Directora de Artes Escénicas, Investigadora, Coreógrafa, Pedagoga,  Gestora Cultural, Licenciada en Psicología, sus obras participan de carteleras de teatros en la provincia de Buenos Aires y en CABA así como en festivales nacionales e internacionales como ADF American Dance Festival, Congreso Internacional de Danza de UNESCO Grecia, FIBA Festival Internacional de Buenos Aires, Ciudanza CABA, Festival de Danza Contemporánea de la Ciudad de Buenos Aires, Festival Nuevas Tendencias Mendoza, Festival Pequeño Formato Mar del Plata, Fiesta Nacional del Teatro INT, Contra Viento y Marea Villa Gesel, FIDIC Festival Internacional de Danza Contemporánea COCOA,, BAE Ballester escena, Mes de la Cultura independiente CABA, Noche de los Museos CABA, Noche de la Danza Teatro Gran Rex etc. También sus obras han realizado giras nacionales e internacionales. Gira Nacional IN Shared Spaces con el apoyo de IMPULSAR MICA, Bariloche 2023. Gira Nacional CorporiCA con el apoyo de Impulsar MICA 2022, Posadas Misiones Mendoza. Teatro Argentino de La Plata, Teatro Auditorium Mar del Plata, Gira VIVAS Stuttgar-Berlin- Ulhm- Nottingam Alemania 2023, Gira internacional ARRaSStra Brasil-Ecuador-Colombia 2010. Gira Internacional Bailarina Finalmente Cae del Escenario Grecia-Roma-2004. En 2023 es contratada por EPIZ Mind Changers Unión Europea, para trabajar en el programa VIVAS de arte Ecología y transformación social en Stuttgart Alemania. Allí desarrolla el montaje coreográfico de la obra del mismo nombre que se estrenó el 27 de septiembre en el marco del Congreso Internacional de EPIZ MIND CHANGERS Stuttgart, Alemania, evento en el que además  se expuso texto de investigación elaborado durante la experiencia. Fragmento de la experiencia se programó también en Dance and Echology in TANZ IN August. En agosto de 2023 participa de Residencia Artística en la Netzwerk Voralberg Austria. Dirige desde 2016 la compañía CorporiCa e integra junto a otros artistas la compañía INTangoTanz Austria Argentina en RED de la que es co-directora e intérprete. Por su parte, Fabián Kesler es Licenciado en composición electroacústica, programador Max MSP, diseñador sonoro, docente, tecladista, artista multimedia y diseñador de plantillas interactivas y sensores para la escena. Ha programado y construido dispositivos escénicos interactivos para diversas obras y ha compuesto e interpretado música en conciertos, obras de danza, teatro, videoart, conciertos multidisciplinarios e instalaciones. Ha recibido becas de estudio y expuesto sus obras en eventos artísticos y científicos de diferentes países de América y Europa.

¿Cómo surgió este proyecto?

Liliana Tasso: En este caso, el disparador fue nuestro, digo nuestro porque dirijo La Compañía CorporiCa, y, en general, cuando emprendemos nuevos proyectos, abordamos la idea juntas, primero. Hace rato venimos trabajando con una perspectiva de género en obras anteriores y queríamos hacer la experiencia de partir, como primer impulso creador, desde una pieza teatral. La verdad es que nunca lo había hecho, siempre trabajé desde la dramaturgia de la danza, que se va construyendo a medida que se desarrolla la idea. En este proyecto entrelazamos con Fabián cuando comenzamos a contarle las cosas que sucedían durante el ensayo. Luego con textos y videos de experimentaciones corporales, Fabián se nutrió para retroalimentar con su visión de músico y darnos una devolución con las que nosotros también, a su vez, retroalimentamos el proceso. Nosotros hicimos una investigación sobre la situación que estaba viviendo Sartre en el momento en que escribió A puertas cerradas y también comenzamos a investigar sobre sus gustos musicales. Y así, explorando mucho, encontramos que la música más representativa de la época era Un sobreviviente de Varsovia, de Schoemberg. Además de tomar muchas cuestiones del mundo interno de Sartre, también nos basamos en el libro El segundo sexo. de Simone de Beauvoir, para extraer párrafos que dialoguen con la esencia de la reflexión en torno a la identidad, el cuerpo y el género.

¿A partir de qué parámetros musicales pensaron la obra?

Fabián Kesler:  En general, la música de danza y teatro están muy influenciadas por los llamados clichés, muchos de ellos tienen que ver con Hollywood, pero, también, con etapas anteriores de la música académica. A partir del romanticismo comienza toda una connotación que da cierto estado anímico. Después está también la música programática, aquella en la cual se trata de describir, por ejemplo, situaciones de la naturaleza, algo que se da bastante con algunos músicos rusos. Pero, digamos, para simplificar, tomando gran parte de la música tradicional de teatro y danza, hay ciertas estructuras que usamos los músicos en general, como, por ejemplo, las armonías de tipo menor, que quizá la connotación más fuerte como ícono es la sonata Claro de luna de Ludwig van Beethoven. Esa composición inspiró muchísima música de cine y teatro. Si bien la música es abstracta, tiene un montón de cuestiones que son análogas al cuerpo, por ejemplo, la música tiene un tempo y si la situación es lenta, tranquila, y yo pongo un tempo lento, digamos que acompaño. La tristeza también en general se asocia a notas graves, el peso, la tonalidad menor.  Hay cuestiones físicas que salen de la naturaleza abstracta de la música. Sartre propone un infierno diferente. ¿Cuál es el imaginario del infierno? El fuego y el diablo, toda una cuestión religiosa. Pero Sartre propone un infierno relacionado con la mirada del otro. Entonces tuvimos que buscar una manera de crear esta angustia que propone el existencialismo con una música que no es lo común, el atonalismo. Recuerdo que les escribí una nota advirtiéndoles que se trataba de una música que no estaban acostumbradas a bailar y que trataran de meterse en cada sonido, en la distancia que se genera. Cada nota vale por sí misma, me refiero a su oración, su altura, su timbre. Entonces la música pasa por ese lado, intentar con esos estadíos muy cercanos a Sartre, pero no con los métodos tradicionales. Estamos en el siglo veintiuno, entonces lo que hice yo fue bañarlo, haciendo dialogar lo electrónico, que es lo que identifica nuestra época, con una música antigua.

¿Cuál fue el lenguaje coreográfico que predominó a partir de la fusión con la música?

Liliana Tasso: Una vez que desarrollamos el texto fuimos al subtexto somático, es decir tomar la corporalidad de esos seres que en realidad están muertos, no tienen cuerpo, pero lo perciben y hay muchos detalles en la obra sobre la corporalidad, ya sea en las miradas o acciones. Los movimientos identifican a cada uno de los personajes, que son bien diferentes. El desarrollo fue a partir de materiales sueltos de todo esto y de la música que trajo Fabián. Entonces, dialogamos con esta propuesta que es sumamente diferente y compleja para bailar y moverse porque no hay cuenta, prevalece la escucha, la pausa y el acento. Queríamos que fuera así, quiero decir que no buscábamos un movimiento identificable sino un lenguaje propio de cada uno de los personajes.

¿Qué significó para ustedes este premio de Argentores?

Liliana Tasso: El premio para nosotros es muy importante porque sentimos que valoran nuestra trayectoria. La compañía CorpóriCa lleva siete años con las mismas personas y es algo que yo valoro muchísimo. Eso nos permitió solidificarnos como artistas y como investigadores del arte. Además, suma que tenemos nuestra propia sala. Entonces tenemos la posibilidad de foguear las obras, traer mucho público e invitar. Es un valor enorme que logramos construir como cooperativa de artistas independientes. Nuestra potencia es la red y la colaboración de las personas que lograron hacer este es espacio, nuestro nido.

Fabián Kesler:  Me sumo a las palabras de Liliana y agrego que esta obra fue distinta por tratarse de otro tipo de música, además de la estética y trabajar con un libro. En esta clase de música atonal con nueve instrumentos llevó mucho tiempo. Se trata de una composición muy detallista en donde cada nota vale, no es como en la música tradicional donde uno tiene motivos del tipo pregunta respuesta y donde por lo general ya está todo predefinido. Fue un desafío en todo sentido.

S.B.