Tercera convocatoria con importantes resultados 

Tutorías de Guiones para Series de TV 2024 

En el segundo semestre del 2024 se definieron quienes fueron los ganadores de esta valiosa convocatoria de tutorías para guiones organizada por Argentores, llegando a un consenso enriquecedor para el jurado porque había mucho material para analizar y el nivel promedio era alto. Costó llegar a un acuerdo para definir a los cuatro ganadores, pero finalmente se logró y el resultado nos confirmó que la elección había sido la correcta. Los ganadores fueron Eleonora Sustaita, Facundo Di Stéfano, Chapo Fernández y Maque Lagos, quienes demostraron estar a la altura de las circunstancias. Comprometidos como profesionales, se pusieron en manos de sus respectivos tutores para iniciar un recorrido intenso y gratificante. El desafío fue inspirador para tutores y tutoriados y motivó distintas e interesantes reflexiones para el crecimiento de la propuesta Cuarta Convocatoria de Tutorías de Guiones de Series para TV 2025. 

Respecto al trayecto que recorrió con Embajador de la montaña, de Elisa Sustaita, nos dice Marcela Guerty, una de las tutoras que intervino en la cuarta convocatoria: “Uno comienza por recepcionar qué es lo que tiene el proyecto y a partir de ahí va viendo qué armar. Es interesante establecer un parámetro. En este caso, se planteó hacer una biblia y un primer piloto para ver hasta donde se podía llegar según el tiempo invertido. Fueron cuatro meses. La serie está basada en una novela que, a su vez, está inspirada en un hecho real escrito por una periodista en Bariloche sobre la tragedia ocurrida con un grupo de estudiantes de montañismo, 19 de los cuales murieron aplastados por un alud. Es una serie potencialmente vendible y muy interesante, que hurga en la relación del que vive en la montaña con ella. El tema es, sin duda, original. Elisa es nacida y criada en Bariloche. Es abogada penalista y estudió guion con Patricio Vega. El caso la interpeló porque fue algo muy cercano a su realidad e investigó mucho sobre los sucesos. Lo interesante es cómo ella quiere contarlo, su mirada.” 

Eleonora Sustaita, Facundo Di Stéfano, Chapo Fernández y Maque Lagos, los ganadores

Por su parte Elisa nos entrega su versión de la tutoría: “En mi experiencia, la tutoría fue súper positiva. Venía trabajando en este proyecto desde hace dos años, pero me faltaba aún un empujón para avanzar. En ese sentido, tener la devolución y el acompañamiento de una mirada externa, profesional y con mucha experiencia, como es el caso de Marcela, fue clave para terminar de redondear la idea, elaborar buenas sinopsis, profundizar en la trama y los personajes y, sobre todo, organizar la información, que era mucha. Comencé la tutoría con todo ‘suelto’ y la terminé con una mini biblia y un capítulo piloto, con lo cual estoy muy, pero muy feliz. A su vez, Marcela es una persona muy cálida y copada, así que trabajar con ella fue muy placentero. Sus observaciones eran muy precisas, lo que me permitió avanzar y hacer que el material fluyera. Por último, me incentivó mucho el hecho de tener plazos para entregar avances. Saber que la tutoría dura una determinada cantidad de tiempo me obligó a trabajar y no colgarme ni posponer las cosas. En definitiva, fue una muy buena experiencia. Creo que la convocatoria es una excelente idea para incentivar la escritura, hacer crecer proyectos y, también, darte una idea de si la propuesta funciona o tiene potencial. ¡Así que ojalá sigan haciéndolas!” 

Patricio Vega, otro de los tutores, describe su mirada sobre Little Bolivia, de Facundo Di Stefano, otro de los ganadores: “Facundo tenía un proyecto que era un thriller psicológico de un policía de ascendencia boliviana que investiga un asesinato. E investigar lo hará reconectar con sus raíces negadas, cuando ya se sentía adaptado a otra sociedad. Lo retrae a momentos de su infancia y de su sangre. Es muy interesante. Le sugerí que el formato tendía más al largometraje y estuvo de acuerdo. Lo repensó como una película y funcionó. El protagonista es muy fuerte. Tiene una buena historia y convicción sobre la historia. Facundo fue receptivo y abierto a mis propuestas. Supo potenciar su material sin ninguna duda.” 

Por otra parte, esta es la versión de Facundo como tutoriado: “Antes de ahondar en mi experiencia particular con la tutoría cabe valorar la iniciativa de Argentores en organizar este tipo de actividades. Cuando vi la convocatoria automáticamente pensé en Little Bolivia, una idea que llevaba mucho tiempo archivada en mi computadora, pero que cada tanto volvía a mi cabeza. Me pareció una oportunidad ideal para desarrollar y potenciar esa historia a la que le tenía mucha fe y cariño, pero a la que nunca le di el tiempo que merecía. El trabajo con Patricio, que fue maestro mío hace más de 10 años, fue muy fluido desde el principio. Lo primero que hicimos al abordar el material fue tomar la decisión de transformar la serie en una película. A ambos nos pareció que la historia podía ser contada mejor en ese formato. La dinámica de trabajo fue realizar encuentros vía zoom, en donde hablábamos de los avances (o no) que yo había hecho desde el encuentro anterior. Así llegamos a una estructura general y comenzamos a trabajar en cada acto de la película. Paralelamente fuimos hablando de cada personaje y de las relaciones entre cada uno de ellos. Fue de vital importancia encontrar elementos de género que atraviesan la historia que ayudaron a definir el tono, el modo de contarla y el punto de vista desde donde se cuenta. Ahora estoy trabajando sobre la escaleta del tercer acto de la película y con ganas de comenzar a trabajar cada secuencia de la película en detalle. Estoy muy contento con el trabajo que hicimos y con el resultado que se está logrando. Siento que la mirada de Patricio está siendo muy acertada y que me ayuda a sacar lo mejor de la historia.” 

A su vez, Cecilia Propato, otra de las tutoras de la convocatoria, nos detalla su mirada sobre el trabajo que realizó la autora Maque Lagos, una de las integrantes del cuarteto ganador. “Trabajé con Maque -indica-, en un proyecto basado en un hecho real: chicas que fueron sometidas y abusadas durante un montón de años. Estoy muy contenta con el trabajo, ella ya tiene un piloto. Por un lado, trabajamos sobre cómo sería la estructura del tiempo, algo importante porque las chicas abusadas ahora tienen cuarenta y cinco años y cuando sucedió el hecho eran chicas. Maque estaba muy enfocada en el juicio, pero no había ahí tanto material interesante y tratamos de encontrar otra cosa. Y así decidimos empezar por el final y, sobre eso, ella armó el piloto. Hizo escaleta de las subtramas. Me puse en el lugar de productora para que a ella se le aclarara el tema. Y traté de incorporar “el menos es más”, lo que no está contado, meterse en la zona de invisibilidad, entender que no todo está contado. Ella ya tiene muchos capítulos bocetados. Hasta fin de diciembre vamos a trabajar. Y me parece importante que ellos, los ganadores, tengan que entregar el trabajo en una fecha límite, que establece Argentores.” 

Patricio Vega, Marcela Guerty, Cecilia Propato y Fernando Castets, los tutores

Esto es ahora lo que puntualiza Maque sobre su tutora y su serie: “La costumbre es tirar toda la carne al asador en el primer capítulo, guardar un par de puntos de giro para refrescar y que no decaiga, y después ver cómo se llega al final con el presupuesto, los actores y las ideas que queden en pie. El proceso de mi tutoría fue a contramano de esa estrategia. Al comienzo estaba un poco alejada del proyecto que presenté y ponía en mi tutora la responsabilidad de interesarme en mi propio material, que tenía mucho de acopio. Tomado de una historia real, mostraba un poco de desarrollo y casi nada de personajes delineados. Entonces Cecilia me empezó a hacer preguntas por las cuales tuve que desmalezar un poco el Drive, releer, borrar, reescribir. Me dio consejos y varios ejercicios para despegarme (y desapegarme) de todo lo que ya tenía hecho y que me impedía avanzar con frescura. Un poco de borrón y cuenta nueva. Buscamos referencias en series y pelis, pensamos actores y actrices para los personajes. Y así, de a poco, como quien salta de un trampolín (hecho del material que ya tenía) me animé a reformular toda la serie, a cambiarle la estructura, y a encontrarle una mística, una identidad y unos personajes que le aportaron mayor volumen y complejidad al relato. En el medio hubo mil cambios de horarios, mudanzas, bronquitis, visitas inesperadas que jaquearon en forma constante la continuidad de los encuentros, pero, desde el principio, estaba claro que teníamos un compromiso asumido con Argentores. Y así fue como, el 30 de diciembre, Cecilia me recibió en su casa y después de prepararme un café, escuchó atenta la escaleta del piloto y me ayudó a definir el último personaje que sumé. Como dije antes, para mí la tutoría fue de menor a mayor y, lo que al principio me daba hasta fiaca de encarar, terminó siendo mi primer proyecto propio desarrollado y con piloto escaleteado. Para mí, es un montón. Gracias, Cecilia por tu generosidad y tu buena predisposición, y por las pepas de frutos rojos. Gracias Argentores por darme la posibilidad de poder decir: tengo un proyecto propio para presentar.” 

Respecto a la cuarta de las experiencias desarrolladas en esta convocatoria, Fernando Castets nos revela su experiencia como tutor: “Gabriel escribió seis capítulos de media hora para un proyecto donde cada capítulo va a llevar una hora y media para contarlo. La historia habla básicamente de una maestra que se convierte en directora y tiene que lidiar día a día con los problemas de la educación pública. Son tantas cosas para contar que le dije: tenés que elegir qué contar. Él es docente. Tiene material para una temporada de doce años. Y lo que apareció fue la ludopatía, un hábito que lleva a las personas usar la plata para jugar en vez de usarlo para comer. Y aparecen allí también los problemas de los barrios marginales, las amenazas a los docentes. No es una comedia, es una mezcla. Hay un villano, quieren tirar la escuela abajo para hacer un centro comercial. Le sugerí que salga de ese estereotipo porque es un lugar muy común para esta época. El problema que tiene es que son demasiados temas y demasiados personajes para poder contar en un capítulo. Él desarrolló trece episodios. Y no es que yo tenga una agenda secreta, pero habiendo trabajado tanto sería bueno avanzar un poco más. Traccionar de algún modo este avance para los ganadores de las tutorías, ayudarlos a concretar.” 

Y, por último, Chapo habla acerca de su proyecto, La directora: “Durante el desarrollo de la tutoría, tuve un gran apoyo y acompañamiento de mi tutor Fernando Castets. Y, es por ello, que siento que logramos generar un proceso enriquecedor y colaborativo, centrado, no en la imposición de una forma narrativa, sino en la potenciación de la propia poética personal que quería desarrollar. Bajo la guía de Fernando, hemos realizado varios encuentros presenciales que me han permitido profundizar en los elementos que son fundamentales en la composición de un guion de serie. En nuestras sesiones, hemos comenzado trabajando desde la base: los personajes. Se ha enfatizado la importancia de crear personajes tridimensionales que no solo sean creíbles, sino que también resuenen en el público y que no caigan en simplificaciones y maniqueísmos. Luego, exploramos los  elementos clave de la trama y la estructura general del relato, asegurando que cada componente del guion esté interconectado y contribuya al desarrollo de la historia. Nos manejamos con la máxima de que no haya situaciones dramáticas que surjan de la necesidad del guionista y no del propio universo narrativo. En ese sentido, otro aspecto crucial que hemos abordado es el concepto de verosímil. Se ha discutido ampliamente la necesidad de que cada acción y decisión de los personajes esté justificada dentro del contexto del relato. Esto no solo fortalece la credibilidad de la historia, sino que también permite al espectador sumergirse en el mundo narrativo de manera más efectiva. Además, Fernando hizo un fuerte hincapié en trabajar el antagonismo, una fuerza narrativa que resulta tan vital como la de los protagonistas. Me ha ayudado a singularizar y a analizar a los antagonistas para potenciar la tensión y el conflicto, elementos esenciales para mantener el interés del público. En conclusión, esta tutoría ha sido una experiencia transformadora para mi proyecto de serie La directora que me ha permitido fortalecer el material. Mi tutor Fernando Castets ha sabido ayudarme a perfeccionar mi propuesta siempre de un modo profesional y sensible. Agradezco profundamente al Consejo Profesional de Televisión de Argentores y a mi tutor Fernando la oportunidad de haber participado de este programa y siento que es un primer paso sumamente importante para poder concretar el proyecto.” 

                                                                                                                                                  Belén Wedeltoft